Magdalena es una ciudad ubicada a 50 km de La Plata, Buenos Aires, y funciona alli una Rama perteneciente a la Estaca La Plata Este. El viernes 17 de junio un grupo de 25 alumnos del Instituto pertenecientes al curso Preparación Misional, junto a algunos misioneros/as retornados, viajaron para llevar a cabo la actividad misional “Recojamos a Israel”.
Fue una experiencia que ayudó a los jóvenes a incrementar su testimonio en cuanto a la obra misional y el servicio al prójimo. Gracias a la actividad se pudo contactar a la mayoría de los JAS que figuran en la lista e invitarlos a asistir a las reuniones dominicales, a las actividades de los adultos solteros y a las clases del Instituto. También se obtuvieron 70 nuevos contactos para que las misioneras puedan volver y enseñar.
¡Fue una experiencia maravillosa para los futuros misioneros que participaron!
Fanny Correa, misionera retornada de Estaca La Plata Este comentó:
“El participar de esta actividad misional en Magdalena, marcó mi fin de semana de una manera diferente y especial. El ayudar a los jóvenes, especialmente a aquellos que se están preparando para servir una misión, y salir a proselitar o visitar, me ayudó a experimentar ese gozo y felicidad que sentía al estar sirviendo al Señor cuando fui misionera. Nuestro compañerismo no pudo hacer muchos contactos en la calle, pero pudimos visitar a miembros menos activos. Una de esas personas hacía quince años que no participaba de la Iglesia Nos recibió bien, y nos dejó compartir un pequeño mensaje y una oración en su casa. Luego de decir ‘Amén’, acompañamos a la hermana y a sus dos nietas a buscar leña de un árbol cortado a pocas cuadras. Al despedirnos notamos conmovida a la hermana, ya que ese pequeño acto de servicio, para ella fue grande. Su rostro resplandecía con una alegría que al principio de la visita no había manifestado. Nos abrazamos y nos fuimos, sabiendo que esa familia pudo sentir que el Salvador no olvida a ninguno de Sus hijos e hijas» .
Nahuel Stoghe, futuro misionero de la estaca La Plata Sur, comentó:
Esta actividad me brindó sentimientos de paz, de conexión con el Espíritu, con mi compañero y con los demás. Aprendí sobre cómo ver a las personas con amor, como Cristo las ve. Testifico que el hacer una misión es importante porque salvas personas y te limpia el alma. Yo sé que Jesucristo vive y mora en nosotros.
Fuente: Sergio Kranoselsky
Redacción: Daniel Soria
Edición: Ariel Noriega