Mi nombre es Marilin Gutierrez, tengo 17 años, soy de Córdoba y me bauticé el 27 de agosto de 2022. Pero antes de tomar la decisión de bautizarme, asistí a la capilla con mi familia. Un domingo, una hermana me comentó sobre Seminario y me invitó a asistir. Al principio me sorprendió el horario y no me sentía convencida de ir. Como era nueva no conocía a nadie, pero al final decidí asistir pues me llamó la atención lo que aprendían en dichas clases. Ese lunes me preparé ansiosa y nerviosa para ir; me asombró el cálido recibimiento de mis compañeros y de los maestros en especial. Luego de varias clases de Seminario, aprendiendo sobre el Antiguo Testamento, tomé la decisión de bautizarme. El día de mi bautismo fue muy especial porque pude compartirlo con mi familia y mis compañeros y maestros de seminario. También pude sentir la presencia del Salvador en mi corazón. Este año tuve la oportunidad de asistir al PFJ. Al principio no quería participar debido a que tenía que pasar una semana sin mi familia, en otro lugar y conviviendo con otros jóvenes que no conocía. Al final acepté ir por la motivación de diferentes miembros de la Iglesia y de mi familia. Sé que si no hubiera ido, no podría haber experimentado el Evangelio y el amor de Salvador en estado puro a través de los discursos, de los devocionales, del amor de mis compañeros, de los consejerosy de los matrimonios invitados. Para terminar, expreso que sé con seguridad que esta es la iglesia verdadera; sé que Seminario es de mucho valor para los jóvenes porque nos ayuda a empezar el día a día acompañados por el Evangelio, usando las enseñanzas del Señor ante nuestras pruebas y decisiones.
Sé que el Señor tiene un propósito para cada uno de nosotros y nos ama infinitamente. Les comparto mis experiencias vividas antes y después de bautizarme y cómo Seminario fue fundamental para tomar todas estas decisiones.

Escrito por Marilin Gutierrez, Córdoba Argentina
Enviado por Miguel Vargas